Saturday, May 29, 2010

Descubriendo a Bix... ¡a estas alturas!

Pues sí, acabo -ayer por la tarde, como quien dice- de descubrir a Bix Beiderbecke, la impresionante corneta que "suena como cuando una chica te dice que sí". Y lo mejor de todo es que no me avergüenza lo más mínimo reconocerlo, más bien todo lo contrario: los felices 20 son la leche, en cuestiones musicales, y de hecho, recomendaría los discos de esa época también por sus indudables cualidades terapéuticas, porque es una música que, directamente, y para empezar, te hace feliz. Lo curioso es que, después de más de veinte años disfrutando a los Hot Five de Louis y a los Guindillas de Jelly Roll Morton, tanto como a Django y a Basie, a Monk y a Bill Evans, a Coltrane y a Sonny Rollins; después de casi tres décadas saboreando las joyas sonoras de Bessie (¡ah, esos LPs dobles maravillosos de los 70!), de Blind Blake, de Lonnie Johnson y todo el blues clásico habido y por haber... resulta que ¡había ignorado por completo al primer santo del jazz, al legendario Bix Beiderbecke!
¿Por qué? Pues no lo sé. Quizás por aquello de que lo de las "leyendas" en la música me ha olido siempre a titular de prensa amarillenta-rockera, y me fío más en principio de un músico que haya llevado una vida larga y más o menos fructífera, con tropecientas grabaciones a ser posible, y haya dejado este mundo de forma más o menos apacible -sin jubilarse nunca, por supuesto-, como Muddy Waters o Louis Armstrong, sin ir más lejos. Quizás por llevar la contraria a los críticos de jazz, que ya aburren con sus loas a "Kind of Blue" y demás. O tal vez, sencillamente, porque Beiderbecke era, a fin de cuentas, "un poco blanco" (el aficionado al jazz y al blues que diga que no es racista, miente como un bellaco y lo sabe). Craso error, mea culpa, y todo eso.
Pero, bueno, el caso es que en los últimos dos o tres años me ha dado la fiebre de redescubrir a los maestros de los 1920's, con ayuda del piano, la guitarra, la armónica (bueno, cualquier día me compro también una corneta en Si bemol a ver qué pasa), y sí, quizás, no escucha uno de igual manera a los Hot Five con veintitántos años que con cuarenta y tantos. Pero, en fin, el caso es que volver a escuchar casi a diario a Louis y a Bessie me ha llevado, entre otras cosas, a descubrir ahora a un puñado de magistrales trompeteros añejos como Jabbo Smith y Henry Red Allen (y otros posteriores también, como Ruby Braff o Bobby Hackett) y, por ende, al malogrado lider de los Wolverines. Es muy cierto que no pocas de las grabaciones de Bix, con las orquestas de Godlkette o Whiteman, suponen la desdicha acústica de soportar la intervenciones vocales de algún que otro indocumentado blanquito (no necesariamente Bing Crosby, por cierto) que casi rompe el hechizo de la manera más burda. Pero aún así, (y ahora comprendo perfectamente a la legión de aficionados que se han visto obligados durante décadas a superar ese inconveniente de los cantantes ridículos, siempre por una buena causa), cuando entra esa corneta dorada... ¡amigo, el arcángel Gabriel en persona tocando hot jazz!.

-Jay Bee Rodríguez

I'm Coming Virginia
(Donald Heywood)
OKeh 40843 . May 13, 1927. New York City, NY
FRANK TRUMBAUER AND HIS ORCHESTRA
Bix Beiderbecke (cnt); Bill Rank (tb); Frank Trumbauer (Cms); Doc Ryker (as); Don Murray (cl, bar); Irving Riskin (p); Eddie Lang (g, bj); Chauncey Morehouse (d)).

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